Florecer donde estamos plantados (1 Corintios 7:20-24)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

Pablo hace una declaración importante acerca del llamado y el trabajo (1Co 7:20–24) en medio de un capítulo en 1 Corintios que trata principalmente de los temas relacionados con el matrimonio y la soltería. Así como en otros aspectos, los creyentes deben permanecer en la situación de vida en la que se encuentran cuando se convierten (7:20). La cuestión específica que Pablo trata no incide directamente sobre la mayoría de personas en el mundo occidental, pero es crítico en muchas partes del mundo actual. ¿Qué deben hacer los creyentes que son esclavos si tienen la oportunidad de adquirir su libertad?

La esclavitud en el mundo antiguo era un fenómeno complejo que no se asemeja en nada a sus manifestaciones modernas —ni las del sur de los Estados Unidos antes de la guerra civil, ni la servidumbre por deuda en el sudeste asiático contemporáneo, ni el tráfico sexual en casi todos los países de la tierra. En realidad era igualmente atroz en muchos casos, pero algunos esclavos, en particular los esclavos que trabajaban en casas y quienes eran los que probablemente Pablo tenía en mente aquí, estaban mejor, al menos económicamente, que muchas personas libres. Muchas personas educadas, incluyendo médicos y contadores, escogían la esclavitud realmente por esa precisa razón. Por tanto, para Pablo, la cuestión de cuál sería mejor suerte entre la esclavitud o la libertad en cualquier situación era una pregunta genuinamente abierta. Por otra parte, las formas modernas de esclavitud siempre menoscaban en gran manera la vida de los que están esclavizados.

La pregunta de Pablo entonces no es si la esclavitud se debía abolir, sino si los esclavos debían procurar su libertad. Es difícil determinar la naturaleza precisa de la instrucción de Pablo aquí debido a que el griego de 1 Corintios 7:21 es ambiguo, tanto que está abierto a dos interpretaciones divergentes. Como algunas versiones en inglés y algunos comentarios lo entienden, debería traducirse de la siguiente manera: “¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te preocupes; incluso si puedes puedes obtener tu libertad, usa tu condición presente ahora más que nunca”. Sin embargo, es igualmente posible (y más probable, en nuestra opinión) el sentido que se le da en todas las versiones en español, que es, “¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te preocupes; aunque si puedes obtener tu libertad, prefiérelo”. Sea cual fuera el consejo de Pablo, su creencia subyacente es que, comparada con la diferencia entre estar en Cristo y no estar en Cristo, la diferencia entre ser esclavo o ser libre es relativamente de poca importancia. “Porque el que fue llamado por el Señor siendo esclavo, liberto es del Señor; de la misma manera, el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo” (7:22). Por tanto, si no hay razones convincentes para cambiar su estatus, es probable que sea mejor permanecer en la situación que estaba cuando fue llamado.

La enseñanza de Pablo aquí tiene una aplicación importante para el trabajo. Aunque podamos creer que tener el trabajo correcto es el factor más importante en servir a Dios o experimentar la vida que Él desea para nosotros, Dios está mucho más interesado en que hagamos lo mejor posible en cada trabajo que tenemos en el curso de nuestra vida. En cierta instancia, pueden existir buenas razones para cambiar de trabajo o incluso de profesión. Entonces, hágalo. Pero cualquier trabajo moralmente legítimo puede cumplir el llamado de Dios, así que no haga que encontrar el trabajo de su vida se convierta en el trabajo de su vida. No existe una jerarquía de profesiones más o menos piadosas, lo cual nos advierte ciertamente que no debemos creer que Dios llama a los cristianos más dedicados a los trabajos en la iglesia.