La necesidad de una visión común (1 Corintios 1:10-17)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

Pablo plantea en forma de tesis lo que desea lograr al escribir 1 Corintios.[1] “Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos os pongáis de acuerdo, y que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer” (1Co 1:10). El verbo que usa en esta frase final es una metáfora que conlleva la reparación de las relaciones humanas. Por tanto, Pablo está exhortando a los corintios a que subsanen las divisiones que han perjudicado la unidad de la iglesia.

La cultura occidental moderna valora bastante la diversidad, así que estamos en peligro de interpretar negativamente las órdenes de Pablo. Él no está argumentando a favor de la conformidad de pensamiento (como se aclara en otros pasajes), sino que entiende claramente que es esencial tener un sentido de propósito y visión común. Si existen conflictos y desacuerdos continuos acerca de los valores y las convicciones básicas y no hay cohesión entre sus miembros, cualquier organización está condenada al fracaso. Aunque Pablo le está escribiendo a una iglesia, sabemos que también pensaba que los cristianos debían contribuir en los trabajos de la sociedad en general. “Estén sujetos a los gobernantes, a las autoridades; que sean obedientes, que estén preparados para toda buena obra” (Tit 3:1; énfasis agregado). Por tanto, debemos buscar un propósito común no solo en la iglesia sino también en los lugares donde trabajamos. Nuestro papel como cristianos es hacer un buen trabajo en unidad y armonía con creyentes y no creyentes. Esto no significa que vamos a consentir la inmoralidad y la injusticia, sino que desarrollamos buenas relaciones, apoyamos a nuestros compañeros de trabajo y deseamos hacer nuestra labor de forma excelente. Si no podemos hacer nuestro trabajo a conciencia y sin reservas, necesitamos encontrar otro lugar para trabajar, en vez de quejarnos y eludir nuestras responsabilidades.

Margaret M. Mitchell, Paul and the Rhetoric of Reconciliation [Pablo y la retórica de la reconciliación] (Louisville: Westminster John Knox Press, 1993).