Los obreros son dignos de su alimento (Mateo 10)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

En el capítulo 10, Jesús envía a sus discípulos a proclamar el reino venidero y a evidenciarlo por medio de actos poderosos de misericordia y compasión. Él les ordena que no lleven provisiones para sus necesidades (Mt 10:9–10), sino que dependan de la generosidad de otros y también deja claro que el evangelio no se debe convertir en un tema de comercio: “de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mt 10:8).

La lección para nosotros es que ganar dinero y pensar en las finanzas no es malo, de hecho, es por medio de nuestro trabajo que Dios nos provee, porque “el obrero es digno de su alimento” (Mt 10:10 RVC). Sin embargo, la advertencia es que no debemos permitir que las ganancias se conviertan en nuestro enfoque principal en el trabajo. Como trabajadores bajo las órdenes del Señor del nuevo reino, nuestro enfoque principal se encuentra en el valor del trabajo, no en el salario. Las instrucciones de Jesús aquí tienen el propósito de mantener a Dios como la prioridad en nuestro corazón (consultar Santiago 4:13–16). No importa de quién sea la firma en la parte baja del cheque de pago, a fin de cuentas es Dios quien provee los fondos.