“Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

La séptima bienaventuranza lleva a todos los trabajadores cristianos a la tarea de la resolución de conflictos. Los conflictos surgen cuando las personas tienen diferencias de opinión. En un mundo caído, se tiende a ignorar el conflicto o suprimirlo usando la fuerza, amenazas o intimidación. Pero todas estas son violaciones de la integridad (la sexta bienaventuranza) de las personas en el conflicto. En el reino de Dios, es una bendición unir a las personas que tienen disputas. Solo entonces es posible resolver el conflicto y restaurar las relaciones. (Más adelante en este artículo analizaremos el método de Jesús para la resolución de conflictos, en Mt 18:17–19).

El resultado de la resolución de conflictos es la paz y los pacificadores serán llamados “hijos de Dios”. Ellos reflejarán el carácter divino en sus acciones. Dios es el Dios de paz (1Ts 5:16) y mostramos que somos Sus hijos cuando buscamos la paz en el lugar de trabajo, en la comunidad, en nuestro hogar y en todo el mundo.