El cumplimiento oportuno de las obligaciones (2 Corintios 8:10-12)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

Pablo les recuerda a los creyentes de Corinto que ellos ya habían expresado su intención de participar en la ofrenda para las iglesias en Judea el año anterior. Sin embargo, parece que se habían desviado. Tal vez las dudas persistentes acerca del ministerio de Pablo y las tensiones que surgieron durante su visita previa tuvieron algo que ver con esto. En cualquier caso, su esfuerzo estaba flaqueando y en el momento en que Pablo les escribió, no habían reunido las contribuciones de miembros individuales, como les había dicho que hicieran anteriormente (1Co 16:1–3).

El consejo de Pablo es directo. “Acabad también de hacerlo; para que como hubo la buena voluntad para desearlo, así también la haya para llevarlo a cabo según lo que tengáis” (2Co 8:11). El consejo de Pablo es tan relevante ahora como lo fue en ese entonces, especialmente en nuestro trabajo. Debemos terminar lo que comenzamos. Obviamente, hay muchas situaciones en las que las circunstancias cambian o en las que otras prioridades son más importantes y por eso debemos ajustar nuestros compromisos. Es por eso que Pablo agrega, “según lo que tengáis”. Pero comúnmente, como en la situación de los corintios, el problema es simplemente de darle largas al asunto. Pablo nos recuerda la necesidad de cumplir con nuestros compromisos. Otras personas cuentan con nosotros.

Este consejo puede parecer demasiado simple como para que se mencione en la Palabra de Dios. Sin embargo, los cristianos subestimamos la importancia de esta cuestión como un tema de testimonio además de productividad. Si no cumplimos los compromisos habituales en el trabajo, ¿cómo podrían nuestras palabras o acciones convencer a las personas de que nuestro Señor cumplirá Su promesa de vida eterna? Es mejor entregar el reporte, su parte o un aumento a tiempo que tener una discusión durante el almuerzo sobre la divinidad de Cristo.