Confesión y restitución (Números 5:5-10)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

Un rol fundamental del pueblo de Dios es llevar reconciliación y justicia a escenas de conflicto y abuso. Aunque el pueblo de Israel se había comprometido a obedecer los mandamientos de Dios, con frecuencia fallaban, igual que nosotros hoy día. A menudo, esto se manifestaba con el maltrato de otras personas. “En caso de que alguien, hombre o mujer, peque causándole un daño a otro, está traicionando al Señor, y es culpable” (Nm 5:6). Por medio del trabajo de los levitas, Dios provee un medio de arrepentimiento, restitución y reconciliación después de tales errores. Un elemento esencial es que la parte culpable no solo devuelve la cantidad que representa la pérdida que causó, sino que también paga el 20 por ciento más (Nm 5:7), probablemente como una forma de sufrir una pérdida para simpatizar con la víctima (este pasaje es paralelo al de la ofrenda por la culpa descrita en Levítico; ver “La importancia de la ofrenda por la culpa” en el trabajo, en Levítico y el trabajo anteriormente).

El Nuevo Testamento proporciona un gran modelo de este principio en el trabajo. Cuando Zaqueo, el recolector de impuestos, fue salvo por medio de Cristo ofreció pagar cuatro veces la cantidad que les había cobrado de más a sus conciudadanos. Un ejemplo más moderno —aunque no se basa explícitamente en la Biblia— es la práctica cuya popularidad ha aumentado entre los hospitales, de admitir los errores, disculparse y ofrecer restitución financiera inmediata y ayuda para los pacientes y las familias involucradas.[1] Sin embargo, no hace falta ser recolector de impuestos o trabajar en el sector de la salud para cometer errores. Todos tenemos oportunidades de sobra para confesar nuestros errores y ofrecer compensación por ellos. Gran parte de este reto ocurre en el lugar de trabajo, pero ¿en realidad lo hacemos o tratamos de encubrir nuestras deficiencias y minimizar nuestra responsabilidad?

Steve S. Kraman y Ginny Hamm, “Risk Management: Extreme Honesty May Be the Best Policy” [Gestión del riesgo: la honestidad extrema puede ser la mejor política], Annals of Internal Medicine [Publicaciones de medicina interna] 131 (Diciembre, 1999): 963-67. Encuentre más cobertura sobre el tema en Pauline Chen, “When Doctors Admit Their Mistakes” [Cuando los médicos reconocen sus errores], New York Times, Agosto 19 del 2010.