La creación de Dios es buena (1 Timoteo 4:1-5)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

Primera a Timoteo proclama “la forma en la que Dios ordena la realidad” y que este orden divino tiene implicaciones en la forma en la que los cristianos se deben comportar en sus casas, iglesias y —por extensión de la lógica del texto— en sus lugares de trabajo. La afirmación más clara del orden de la creación de Dios se encuentra en 1 Timoteo 4:1–5. En 1 Timoteo 4:4, Pablo declara expresamente que, “todo lo creado por Dios es bueno”. Este es un reflejo claro de Génesis 1:31, “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”. Dentro del contexto de la carta, esta evaluación positiva de la creación se usa para combatir a los falsos maestros que están prohibiendo el matrimonio y ciertos alimentos (1Ti 4:3). Pablo se opone a sus enseñanzas afirmando que estas cosas se deben recibir con acción de gracias (1Ti 4:3, 4). Los alimentos y cualquier otra cosa de la creación de Dios, son “santificados” por la palabra de Dios y por la oración (1Ti 4:5). Esto no significa que la palabra de Dios y la oración hacen que la creación de Dios sea buena cuando esta no es buena. Más bien, al reconocer con gratitud a Dios como el creador y proveedor de todas las cosas, un cristiano aparta las cosas creadas, como los alimentos, para un propósito santo y que honra a Dios. Como cristianos, es posible incluso comer y beber para la gloria de Dios (1Co 10:31).

Esta afirmación de la creación implica que no hay un material creado con el que sea inherentemente malo trabajar, y que ningún trabajo relacionado con la creación es inaceptable para los cristianos si no infringe la voluntad de Dios. En otras palabras, un cristiano puede cavar pozos, diseñar chips de computadora, lavar inodoros, caminar en la luna, reparar teléfonos celulares, plantar campos o cosechar el fruto de los árboles para la gloria de Dios. Ninguno de estos trabajos o materiales es inherentemente malo. De hecho, todo trabajo puede agradar a Dios. Esto puede parecer fácil de entender para los que viven en el mundo occidental y no luchan con el ascetismo, como sí ocurría en Grecia y Roma antiguamente. 1 Timoteo 4:4 nos recuerda incluso a nosotros que no debemos ver el mundo material como algo de valor moral neutral ni ver algo como la tecnología, por ejemplo, como inherentemente malo. La bondad de toda la creación de Dios nos permite vivir y trabajar en libertad con alegría, recibiendo todas las cosas como de la mano de Dios.