Conclusiones de Números

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

El libro de Números muestra a Dios trabajando por medio de Moisés en la organización de la nueva nación de Israel. La primera parte del libro se centra en la adoración, la cual depende del trabajo sacerdotal y también del trabajo de todas las demás profesiones. El trabajo fundamental de aquellos que representan al pueblo de Dios no es llevar a cabo rituales, sino bendecir a todas las personas con la presencia y el amor reconciliador de Dios. Todos nosotros tenemos la oportunidad de traer bendiciones y reconciliación por medio de nuestro trabajo, ya sea que nos veamos a nosotros mismos como sacerdotes o no.

La segunda parte del libro de Números traza el ordenamiento de la sociedad mientras el pueblo se dirige hacia la tierra prometida. Los pasajes en Números nos pueden ayudar a obtener una perspectiva piadosa en las cuestiones laborales contemporáneas, tales como la ofrenda del fruto de nuestro trabajo a Dios, la resolución de conflictos, la jubilación, el liderazgo, los derechos de propiedad, la productividad económica, la planeación para la sucesión, las relaciones sociales, el honrar nuestros compromisos y la planeación municipal.

Los líderes en Números —especialmente Moisés— representan ejemplos de lo que significa ser capaces de seguir la guía de Dios y también de fracasar al no hacerlo. Los líderes deben estar abiertos a la sabiduría proveniente de otras personas y de fuentes que puedan ser inesperadas; pero también deben permanecer firmes para entender claramente la guía de Dios y seguirla con determinación. Deben ser lo suficientemente valientes para enfrentarse a reyes, pero humildes para aprender de las bestias del campo. Nadie en el libro de Números alcanza el éxito completo en la tarea, pero Dios sigue siendo fiel a Su pueblo en medio de sus éxitos y sus fracasos. Nuestros errores tienen consecuencias negativas reales —pero no eternas— y tenemos la mira en una esperanza que va más allá de nosotros mismos por el cumplimiento del amor de Dios por nosotros. Vemos al Espíritu de Dios guiando a Moisés y escuchamos la promesa de Dios de darles a los líderes que vienen después de Moisés una porción de Su Espíritu. Esto nos puede animar a buscar la guía de Dios en las oportunidades y los retos de nuestro trabajo. En cualquier cosa que hagamos, podemos estar seguros de que la presencia de Dios está con nosotros cuando trabajamos, ya que nos dice, “Yo, el Señor, habito en medio de los hijos de Israel” (Nm 35:34), en cuyos pasos caminamos.