El trabajo fuera del campamento (Hebreos 13:11-25)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

La tercera exhortación relacionada con el trabajo en el capítulo 13 es que “salgamos a Él [Jesús] fuera del campamento, llevando Su oprobio” (Heb 13:13). De acuerdo con Hebreos 13:11–13, “los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el sumo sacerdote como ofrenda por el pecado, son quemados fuera del campamento”, fuera del ámbito de lo santo, en el lugar de lo impuro. “También Jesús, para santificar al pueblo mediante Su propia sangre, padeció fuera de la puerta”, fuera del campamento, en el terreno de lo impío. Así, Hebreos nos enseña que también debemos hacer un viaje fuera del campamento y unirnos a Jesús allí.

Muchos cristianos trabajan en lugares “fuera del campamento” de la santidad, es decir, en lugares donde la hostilidad, los retos éticos y el sufrimiento son hechos habituales. A veces creemos que para seguir a Cristo como se debe, necesitamos encontrar lugares de trabajo más santos. Pero este pasaje en Hebreos nos muestra que lo correcto es lo opuesto. Seguir a Cristo de forma plena es seguirlo a los lugares en donde Su ayuda salvadora se necesita desesperadamente, aunque no necesariamente sea bien recibida. Hacer el trabajo del reino de Jesús implica sufrir junto con Jesús. La frase “llevando Su oprobio” hace eco de la fe de Moisés, que escogió el “oprobio de Cristo” por encima del honor y los tesoros de Egipto (Heb 11:24–26). Este “oprobio” era la pérdida del honor y las posesiones que se mencionan anteriormente en el libro. Algunas veces será posible que sacrificar nuestras posesiones, privilegios y estatus sea la única manera en la que podemos ayudar a otros. Además, la razón por la que Dios nos envía a trabajar “fuera del campamento” en primer lugar es precisamente ayudar a otros. “Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios” (Heb 13:16).