La bendición de Dios es la fuente de la productividad humana (Rut 2:1-4)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

Las Escrituras presentan a Dios como el Trabajador divino, que es el referente para el trabajo del ser humano. La Biblia comienza mostrando a Dios en el trabajo —hablando, creando, formando, construyendo. A lo largo de la Biblia hebrea, Dios no solo aparece como el sujeto que acompaña muchos verbos de “trabajo”, sino que con frecuencia las personas se refieren a Él de forma metafórica como “Trabajador”. En la versión del Éxodo del Decálogo, el mandato del Sabbath fundamenta el patrón de trabajo de 6 + 1 de Israel en el patrón divino (Éx 20:9–11).

Aun así, en Dios, la dificultad no significa desesperanza. Aunque el pueblo de Israel había olvidado su pacto con Dios y había experimentado la consecuencia del colapso social y económico, Dios siguió siendo fiel a Su pueblo. Mucho antes, Dios le había prometido a Abraham, “Te haré fecundo en gran manera, y de ti haré naciones, y de ti saldrán reyes” (Gn 17:6). El Señor cumplió Su promesa al restaurar la productividad agrícola de Israel (Rut 1:6) a pesar de la infidelidad de Su pueblo. Cuando Noemí se enteró de esto, decidió regresar a Belén para tratar de encontrar alimento. Cumpliendo su palabra, Rut fue con ella, con la intención de encontrar un empleo para sustentarse a sí misma y a Noemí. Mientras se desarrolla la historia, las bendiciones de Dios se derraman sobre las dos —y a la larga sobre toda la humanidad— a través del trabajo de Rut y sus resultados.

La fidelidad de Dios con nosotros es la base de toda productividad

Aunque no hay intervenciones milagrosas en el libro de Rut, la mano de Dios está presente de forma clara. En esta historia, Dios trabaja en todo momento, especialmente a través de los actos de personas fieles. A lo largo de la Biblia hebrea, no solo vemos a Dios trabajando de distintas maneras[1]  sino también demandando que el pueblo de Israel trabaje de acuerdo con el patrón divino (Éx 20:9–11). Esto significa que Dios trabaja directamente y que trabaja por medio de las personas.

Los personajes principales reconocen que Dios es el fundamento de su trabajo a través de la forma en la que se bendicen unos a otros y de sus declaraciones de fe.[2]Algunas de estas expresiones son alabanzas por actos que Dios ha realizado (no ha dejado de mostrar Su bondad, Rut 2:20; proporcionó un pariente redentor, Rut 4:14). Otras son peticiones por la bendición (Rut 2:4, 19; 3:10), la presencia (Rut 2:4) o la bondad divina (Rut 1:8). Un tercer grupo abarca peticiones más específicas: que el Señor conceda descanso (Rut 1:9), y que Dios haga a Rut como a Raquel y Lea (Rut 4:11–12). La bendición en Rut 2:12 es particularmente significativa: “Que el Señor recompense tu obra y que tu remuneración sea completa de parte del Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte”. Todas estas bendiciones expresan la seguridad de que Dios trabaja para proveer para Su pueblo.

Rut deseaba recibir la bendición de Dios de la productividad, ya fuera de parte de Dios mismo (Rut 2:12) o por medio de un ser humano en “cuyos ojos halle gracia” (Rut 2:2). A pesar de ser moabita, ella era más sabia que muchos del pueblo de Israel al reconocer la mano del Señor en su trabajo.

Una de las bendiciones de Dios más importantes en la historia es que le dio a Booz un terreno productivo (Rut 2:3). Booz estaba totalmente consciente del rol de Dios en su trabajo, como se demuestra en las formas en las que invoca la bendición del Señor repetidamente (Rut 2:4; 3:10).

Dios Usa Eventos Que Parecen Casualidades Para Habilitar El Trabajo De Las Personas

Una de las formas en las que Dios cumple Su promesa de productividad es Su control sobre las circunstancias del mundo. La construcción peculiar de, “y dio la casualidad” (que se traduce como “y resultó” en la RVC) en Rut 2:3 es intencional. En español diríamos, “lo que quiso su suerte”. Sin embargo, esta declaración es irónica. El narrador usa intencionalmente una expresión que obliga al lector a preguntarse cómo fue posible que Ruth “resultó” en el terreno de un hombre que no solamente extendió gracia (Rut 2:2) sino que también era un pariente (Rut 2:1). En el desarrollo de la historia, vemos que la llegada de Rut al campo de Booz era una evidencia de la mano providencial de Dios y se puede decir lo mismo de la aparición del pariente más cercano justo cuando Booz estaba sentado en la puerta, en Rut 4:1–2.

Qué triste sería tener que ir al trabajo todos los días esperando alcanzar solamente lo que podemos lograr nosotros mismos. Debemos depender del trabajo de otros, de la oportunidad impredecible, de la explosión de creatividad, de la bendición inesperada. Seguramente, una de las bendiciones más reconfortantes de seguir a Cristo es Su promesa de que cuando vamos al trabajo, Él va con nosotros y nos ayuda a llevar la carga. “Tomad mi yugo sobre vosotros… Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera” (Mt 11:29–30). Aunque Rut no escuchó las palabras de Jesús, vivió por fe creyendo que bajo las alas de Dios encontraría todo lo que necesitaba (Rut 2:12).

La productividad humana es un fruto de nuestra fidelidad a Dios

La fidelidad de Dios para Israel se reflejó en la fidelidad de Rut a Noemí. Rut había prometido, “Adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios” (Rut 1:16). La promesa de Rut no representaba una súplica para convertirse en consumidora pasiva de lo que quedaba de la tierra de Elimelec, sino un compromiso de proveer todo lo que pudiera para su suegra. Aunque no era israelita, parece que vivió conforme a la ley de Israel, como se expresa en el quinto mandamiento, “Honra a tu padre y a tu madre”. La restauración del trabajo productivo para ella y su familia comenzó con su compromiso de trabajar siendo fiel a la ley de Dios.

Dios crea (Gn 1:1), construye (1S 2:35; 2S 7:27), hace (Gn 2:4), forma (Gn 2:7–8) y moldea las “obras de Sus manos” (Sal 8:6). Él se presenta como creador (Gn 1–2; Job 10:3–12; Sal 139:13–16), constructor, arquitecto (Pro 8:27–31), músico/compositor (Dt 31:19), metalurgista (Is 1:24–26), sastre (Job 29:14; Is 40:22), alfarero (Is 31:9), labrador (Os 10:11), pastor (Sal 23; Ez 34), fabricante de tiendas/campista (Job 9:8), diseñador y constructor de templos (Éx 25, 35; 1Cr 28:11–19) y escriba/escritor (Éx 24:12; 31:18; 34:28; etc.).28:11–19), and scribe/writer (Exodus 24:12; 31:18; 34:34:28; etc.).

 Rut 1:8–9, 2:4, 12, 19 (sin nombrar al Señor), 20; 3:10; 4:11–12, 14–15.