Salmo 148

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

A diferencia de los Salmos 146, 147 y 149, el Salmo 148 y el 150 no presentan a Dios en el trabajo, sino que van directamente a nuestra respuesta de alabanza por el trabajo que Él ya ha realizado. El Salmo 148 habla de la creación de Dios, como si la misma existencia de la creación fuera alabanza para Dios. “Alabad al Señor desde la tierra, monstruos marinos y todos los abismos; fuego y granizo, nieve y bruma; viento tempestuoso que cumple su palabra; los montes y todas las colinas; árboles frutales y todos los cedros; las fieras y todo el ganado; reptiles y aves que vuelan” (Sal 148:7-10). Su creación hace que nuestro trabajo sea fructífero, así que es justo que ofrezcamos todo nuestro trabajo como alabanza hacia Él. “Jóvenes y también doncellas; los ancianos junto con los niños. Alaben ellos el nombre del Señor” (Sal 148:12-13). ¡Alabado sea el Señor! (Sal 148:14, NVI).