La generosidad (Deuteronomio 15:7-11)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

El tema de la generosidad surge en Deuteronomio 15:7-8. “Si hay un menesteroso contigo… no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre, sino que le abrirás libremente tu mano”. La generosidad y la compasión son la esencia del pacto. “Con generosidad le darás, y no te dolerá el corazón cuando le des, ya que el Señor tu Dios te bendecirá por esto en todo tu trabajo y en todo lo que emprendas” (Dt 15:10). Nuestro trabajo recibe la bendición plena solamente cuando bendice a otros. Como dice Pablo, “el amor es el cumplimiento de la ley” (Ro 13:10).

La mayoría de nosotros tenemos la oportunidad de ser generosos gracias al dinero que ganamos con nuestro trabajo. ¿En realidad lo usamos con generosidad? Aún más, ¿hay formas en las que podamos ser generosos en nuestro trabajo? El pasaje habla de la generosidad especialmente como un aspecto del trabajo (“todo tu trabajo”). Si un compañero de trabajo necesita ayuda para desarrollar alguna destreza o habilidad, o necesita una palabra honesta de recomendación, o paciencia tratando con sus falencias, ¿estas serían oportunidades para ser generosos? Estas formas de generosidad nos pueden costar tiempo y dinero, o pueden precisar que reconsideremos nuestra autoimagen, examinemos nuestra complicidad y cuestionemos nuestras motivaciones. Si lográramos hacer estos sacrificios con una buena actitud, ¿podríamos abrir una puerta nueva para que Dios bendiga a otros por medio de nuestro trabajo?