Moisés y Aarón anuncian el juicio de Dios a Faraón (Éxodo 7:1-12:51)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

El primer paso de Dios para la liberación fue enviar a Moisés y Aarón a decirle a Faraón “que deje salir de su tierra a los hijos de Israel” (Éx 7:2). Para esta tarea, Dios usó la destreza natural de Aarón para hablar en público (Éx 4:14; 7:1). Él también equipó a Aarón con una habilidad que sobrepasaba la de los altos oficiales de Egipto (Éx 7:10-12). Esto nos recuerda que la misión de Dios requiere tanto palabras como acciones.

Faraón se rehusó a escuchar la exigencia de Dios de dejar libre de la esclavitud a Israel por medio de Moisés. A su vez, Moisés anunció el juicio de Dios a Faraón por medio de una serie intensa y creciente de desastres naturales (Éx 7:17-10:29). Estos desastres causaron el sufrimiento individual y más significativamente, afectaron de forma drástica la capacidad productiva de la tierra y del pueblo de Egipto. La enfermedad hizo que los ganados murieran (Éx 9:6). Los cultivos fracasaron y los bosques se arruinaron (Éx 9:25). Las plagas invadieron múltiples ecosistemas (Éx 8:6, 24; 10:13-15). En Éxodo, el desastre ecológico es la retribución de Dios por la tiranía y la opresión de Faraón. En el mundo moderno, la opresión política y económica es un factor importante en el deterioro ambiental y el desastre ecológico. Sería necio pensar que nosotros podríamos tomar la autoridad de Moisés y declarar el juicio de Dios en alguno de estos aspectos, pero podemos ver que así como la economía, la política, la cultura y la sociedad necesitan la redención, el medioambiente también.

Cada una de estas advertencias en acción convencieron a Faraón de liberar a Israel, pero mientras pasaban, él se retractó. Finalmente, Dios permitió que todos los primogénitos entre el pueblo y los animales de Egipto murieran (Éx 12:29-30). El efecto espantoso de la esclavitud es que “endurece” los corazones en contra de la compasión, la justicia e incluso la auto-conservación, como descubrió pronto Faraón (Éx 11:10). Entonces Faraón aceptó la exigencia de Dios de dejar libre a Israel. Al salir, los israelitas “despojaron” a los egipcios de sus objetos de plata y oro y ropa (Éx 12:35-36). Esto invirtió los efectos de la esclavitud, que era el despojo legal de los trabajadores explotados. Cuando Dios libera personas, Él restaura su derecho de trabajar por los frutos que ellos mismos pueden disfrutar (Is 65:21-22). El trabajo y las condiciones bajo las que se lleva a cabo son temas de gran interés para Dios.