Vivir realmente la “justicia” del reino de los cielos (Mateo 5:17-48)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

Jesús hace una declaración asombrosa en Mateo 5:20: “Porque os digo que si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”. Las personas comunes en la época de Jesús reverenciaban la aparente rectitud de los líderes religiosos y no podían imaginar nunca alcanzar una piedad como la de ellos. Jesús los sorprende diciendo que la entrada al reino de Dios estaba disponible solo para aquellos cuya rectitud excediera la de los escribas y fariseos. Entonces, ¿quién podía ser salvo? El problema radica en decir que la rectitud es igual a la piedad externa, una forma común de entender la palabra en ese tiempo y ahora. Sin embargo, la palabra justicia a lo largo de la Biblia (como señalamos anteriormente en la cuarta bienaventuranza) siempre denota relaciones correctas —con Dios y con las personas a nuestro alrededor, lo que incluye a las personas que trabajan con nosotros.

Esto se vuelve evidente en las ilustraciones que siguen. En Mateo 5:21–26 dice que no es suficiente no asesinar a alguien, sino que debemos guardarnos de albergar una ira que termine en insultos y relaciones rotas. Podemos sentir ira, pero la forma correcta de manejarla es tratar de resolver el conflicto (Mt 18:15–19), no alejar a la persona con insultos o calumnias. Jesús aclara que una relación correcta entre usted y su hermano o hermana es tan importante que usted debe detener sus prácticas religiosas hasta que haya aclarado el tema entre los dos.

En el trabajo, la ira puede usarse para manipular a otros o puede abrumarlo en caso de que sienta que está recibiendo un trato injusto. Resuelva la cuestión: dé el primer paso hacia la reconciliación, incluso si eso lo pone en una posición de humildad. Participar en la resolución del conflicto de forma abierta y justa es el método que se emplea en el nuevo reino. Nuevamente, bienaventurados los pacificadores.