Fecundidad/crecimiento (Génesis 1:28; 2:15, 19-20)

Comentario Bíblico / Producido por el Proyecto de la Teología del trabajo

Trabajar a imagen de Dios es llevar fruto y multiplicarse (Génesis 1:28)

Ya que somos creados a imagen de Dios, debemos dar fruto o crear. A esto se le llama con frecuencia el “mandato de la creación” o “mandato cultural”. Dios hizo una creación perfecta, una plataforma ideal, y después creó a la humanidad para que continuara con el proyecto de la creación. “Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra’” (Gn 1:28a). Dios podría haber creado todo lo imaginable y haber llenado la tierra Él mismo, pero decidió crear al ser humano para trabajar junto con Él y materializar el potencial del universo, para participar en el trabajo propio de Dios. Es extraordinario que Dios confíe en nosotros para que llevemos a cabo Su tarea maravillosa de construir en la buena tierra que nos ha dado. Por medio de nuestro trabajo, Dios trae alimento y bebida, productos y servicios, conocimiento y belleza, organizaciones y comunidades, crecimiento y salud, y alabanza y gloria para Sí mismo.

Aquí se hace necesario hablar de la belleza. El trabajo de Dios no solo es productivo, sino que también es “agradable a los ojos” (Gn 3:6), lo que no es sorprendente ya que las personas, siendo a imagen de Dios, son en esencia hermosas. Como cualquier cosa buena, la belleza se puede convertir en un ídolo, pero los cristianos se preocupan tanto por los peligros de la belleza que no aprecian el valor de la misma a los ojos de Dios. En esencia, la belleza no es un desperdicio de recursos, ni una distracción de un trabajo más importante, ni una flor destinada a morir con el tiempo. La belleza es un trabajo a imagen de Dios y el reino de Dios está lleno de belleza “semejante al de una piedra muy preciosa” (Ap 21:11). Las comunidades cristianas hacen bien al apreciar la belleza de la música que habla de Jesús. Tal vez podríamos mejorar nuestro aprecio de toda clase de belleza verdadera.

Una buena pregunta es si estamos trabajando más productiva y hermosamente. La historia está llena de ejemplos de personas cuya fe cristiana resultó en logros asombrosos. Si sentimos que nuestro trabajo no da fruto en comparación al de ellos, la respuesta no está en juzgarnos a nosotros mismos, sino en la esperanza, la oración y el crecimiento en compañía del pueblo de Dios. No importan los obstáculos que enfrentemos, en nosotros mismos o de factores externos, por el poder de Dios podemos hacer el bien mejor de lo que podríamos imaginar.

Dios equipa a las personas para llevar fruto y multiplicarse (Génesis 2:15, 19–20)

“Entonces el Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara” (Gn 2:15). Estas dos palabras en hebreo, avad (“trabajo” o “cultivar”) y shamar (“cuidar”), también se usan para la adoración a Dios y para guardar Sus mandamientos, respectivamente.[1] El trabajo hecho de acuerdo con el propósito de Dios tiene una santidad inconfundible.

Adán y Eva reciben dos clases específicas de trabajo en Génesis 2:15–20, cultivar (un trabajo físico) y darle nombre a los animales (un trabajo cultural, científico e intelectual). Ambas son tareas creadoras que les asignan actividades específicas a quienes portan la imagen del Creador. Al plantar cosas y desarrollar cultura, somos realmente fecundos; producimos los recursos necesarios para mantener una población creciente y para incrementar la productividad de la creación y desarrollamos los medios para llenar (sin sobrellenar) la tierra. Es evidente que cultivar y nombrar los animales no son las únicas tareas aptas para los seres humanos; en vez de esto, la tarea humana es extender el trabajo creador de Dios en una multitud de formas limitadas solo por lo que Él establece y por Sus regalos de la imaginación y la habilidad. El trabajo siempre estará arraigado al diseño de Dios para la vida humana. Es una vía para contribuir al bien común y un medio para proveer para nosotros mismos, nuestras familias y aquellos a quienes podemos bendecir con nuestra generosidad.

Aunque algunas veces se subestime, un aspecto importante de Dios en el trabajo de la creación es Su gran imaginación, con la que creó todo, desde la vida acuática exótica hasta los elefantes y los rinocerontes. Los teólogos han hecho diversas listas de aquellas características de Dios que se nos han dado y evidencian Su imagen, pero la imaginación es un regalo divino que vemos trabajando a nuestro alrededor tanto en el lugar de trabajo como en casa.

Gran parte del trabajo que hacemos requiere imaginación de alguna manera. En una línea de ensamblaje, ajustamos los tornillos de los camiones y los imaginamos afuera en la carretera. Abrimos un documento en nuestra computadora e imaginamos la historia que vamos a escribir. Mozart imaginó una sonata y Beethoven imaginó una sinfonía. Picasso imaginó la Guernica antes de escoger sus brochas para crearla. Tesla y Edison imaginaron cómo aprovechar la electricidad y hoy tenemos luz en la oscuridad y un sinfín de aparatos, dispositivos electrónicos y equipamiento. Alguien en algún lugar imaginó prácticamente todo lo que nos rodea. La mayoría de los trabajos existen porque alguien imaginó un producto que requería un trabajo o proceso.

Aun así, la imaginación toma trabajo y después de imaginar, viene el trabajo de traer el producto a la realidad. De hecho, en la práctica, la imaginación y la realización ocurren con frecuencia como procesos interrelacionados. Picasso dijo de su Guernica, “El cuadro no está pensado ni fijado de antemano; mientras se le pinta sigue la movilidad del pensamiento. Una vez acabado, vuelve a cambiar según el estado del que le mira”.[2] El trabajo de traer la imaginación a la realidad tiene su creación propia e inevitable.

R. Laird Harris, Gleason L. Archer, Jr., and Bruce K. Waltke, eds., Theological Wordbook of the Old Testament (Chicago: Moody Press, 1999), 639, 939.

While this quote is widely repeated, its source is elusive. Whether or not it is genuine, it expresses a reality well known to artists of all kinds.